Tradicional en todas las pastelerias de Vitoria-Gasteiz, que las preparan en Agosto para las fiestas en honor a la patrona de la capital.
De base circular, se compone de tres capas: bizcocho, mousse de nata, y mousse de fresa rematada con merengue.
Montar con la batidora los huevos, añadir azúcar y harina. Trabajar la masa y verterla en un papel para horno. Calentar este a 200º y meter la masa durante 10 minutos hasta que se dore. Templar una copita de Kirch (aguardiente de cereza) rebajada con un poco de agua y empapar el bizcocho, que habremos moldeado de forma de circulo. Limpiar y triturar las fresas, añadir el azúcar. Pasar por el colador para retirar las semillitas, añadir el zumo de 1 limón. Montar nata líquida con azúcar y mezclar poco a poco con el puré de fresas de forma que nos quede una mousse. Dejar dos hojas de gelatina en agua fría hasta que se ablande. Montar la nata. Calentar el agua con el azúcar, remover hasta que se forme una especie de almíbar. Fuera del fuego mezclar con la gelatina hasta que se funda, incorporar poco a poco a la nata sin dejar de batirla, reservar en el frigorífico hasta que cuaje. Montar a punto de nieve claras de huevo y espolvorear con azúcar glass.
Poner por capas el bizcocho, la mousse de nata, la de fresa y cubrir con merengue.
Historia
Se trata de una creación, de la segunda mitad del siglo pasado, creada por el pastelero vitoriano Luis López de Sosoaga para honrar a la patrona de Vitoria-Gasteiz.
Libro Cinco docenas de pasteles. Autor: Juan José Lapitz (†)