Sopas de ajo, un plato reconstituyente

5 abril, 2020

Fuente: GOkilómetrosquecuentan

De origen castellano, las sopas de ajo son algo que no debe faltar en los menús de Semana Santa. También llamada ‘sopa castellana’, se comía sobre todo en épocas de escasez por sus altos nutrientes. Hay numerosas variantes de este plato y muchas de ellas llevan carne; pero como estamos pensando en platos típicos para la Semana Santa, os dejaremos la receta original, que es muy sencilla de hacer. Simplemente se necesita un cuenco de barro – fuente u olla – que será en dónde mejor se cocinen. Los ingredientes necesarios son: pan (normalmente se utiliza el pan de días anteriores, pues este ya no se puede comer), ajos, agua, aceite, pimentón, huevos y sal. En la cazuela de barro, con un poco de aceite, se rehogan los dientes de ajo enteros y se añade el pan en rebanadas, pimentón, agua y sal y se deja cocinar aproximadamente 10 minutos. Pasado ese tiempo, se añaden un par de huevos que irán haciendo encima de la sopa. Cuando la yema esté blanca es que ya están listas. La cantidad de ajo o pimentón es a gusto del consumidor. Unas sopas más fuertes llevarán más ajo y unas más ligeras, menos. Igualmente pasa con el pimentón, que se puede elegir picante o dulce, como más guste.

Estas sopas son muy típicas en las procesiones de Castilla y León. En las denominadas ‘madrugadas’ (procesiones de madrugada de Viernes Santo) de ciudades como Palencia o Zamora se termina la noche comiendo las típicas sopas de ajo. Al ser un plato que no se consume en muchas ocasiones, se ha puesto de moda también para otras ocasiones, como la madrugada del Año Nuevo, como reconstituyente después de toda una noche de fiesta.