Nuevo Premio Gourmand

13 enero, 2017

Autor: Mikel Corcuera-Crítico Gastronómico, Premio Euskadi de Gastronomía a la Mejor Labor Periodística 1998; Premio Nacional de Gastronomía en 1999.

Publicado: Noticias de Gipuzkoa, Gastroleku, Saberes y sabores (13 de Enero de 2017)

Nuevo Premio Gourmand para los pintxos donostiarras (los buenos)

‘PINTXOS DE LEYENDA’, DE JOSEMA AZPEITIA, HA SIDO SELECCIONADO PARA ESTE PRESTIGIOSO GALARDÓN QUE RECONOCE A LOS LIBROS GASTRONÓMICOS MÁS DESTACADOS.

El pasado 24 de junio nos hicimos eco en esta misma sección de la publicación y presentación del libro Pintxos de Leyenda de Donostia, un extenso volumen ideado y escrito por nuestro amigo y colaborador Josema Azpeitia, coordinador de Ondojan.com, publicado por Ttarttalo, brazo de la editorial Elkar. Pintxos de Leyenda es un libro que recoge, en cinco capítulos y 25 bares, la historia viva del pintxo donostiarra haciendo hincapié en los establecimientos que representan la evolución de la cocina en miniatura donostiarra y que, además, no han cambiado de manos desde su apertura, suponiendo algunos de ellos como el Tiburcio, Paco Bueno, Casa Vallés, La Espiga o Ezkurra, entre otros, auténticas muestras de la más viva, ¡muy viva!, arqueología gastronómica donostiarra. Pues bien, 2016 no pudo terminar con una mejor noticia para el mencionado periodista, pues el 25 de diciembre, día de Navidad, el director de los Premios Gourmand, Edouard Cointreau, le comunicó personalmente que Pintxos de Leyenda había sido seleccionado por el jurado de los Gourmand Awards 2016 como mejor libro de España en la categoría Special Award. Los premios Gourmand son considerados en todo el mundo como los Oscar de los libros de gastronomía y los editores culinarios suspiran por que sus libros sean elegidos por los mismos, ya que ello aumenta el prestigio de los volúmenes… y sus ventas. En el caso de Azpeitia, el veterano periodista gastronómico que también ejerce como profesor de Gastronomía Vasca en el Basque Culinary Center, no puede estar más satisfecho ya que hace dos años su libro La Senda del Pintxo, elaborado al alimón con su socio, el fotógrafo Ritxar Tolosa, fue elegido como mejor libro del Estado y segundo mejor libro del Mundo en la categoría Culinary Travel de los sonados premios.

Resulta paradójico que este premio llegue al final de un año, 2016, que ha resultado muy negativo para el pintxo donostiarra. El aumento del turismo en la capital guipuzcoana ha traído consigo un efecto indeseado. Es decir, una afluencia de grupos inversores que se están haciendo, poco a poco, con interesantes bares de la ciudad que cierran por finalización de contrato, agotamiento o jubilación, principalmente de la Parte Vieja donostiarra, implantando en ellos un modelo de negocio en el que impera la vulgaridad, los pintxos convencionales de calidad discutible, los altos precios y, casi lo peor de todo, el plato ofrecido sin mediación, directamente, al morro del cliente que se acerque a la barra, sea este turista o local, desvirtuado la esencia misma de nuestro poteo tradicional.

Que no ha sido otro que poder elegir de la barra (o ser servidos de directamente de cocina según se va pidiendo ) y degustarlos, sobre todo, de pie. Ahora, con esta funesta moda de Guirilandia (aunque los culpables somos los de aquí que lo consentimos) se han cargado hasta los chistes alusivos a ello. Como ese picante acertijo que se interrogaba: ¿En que se parece el baile a este picoteo local? La contestación, sin duda, era ingeniosa: en que “ambos son la realización vertical de un deseo horizontal”. Ahora todo es aburridamente horizontal, plano, como los platos atiborrados de surimi. Esta funesta tendencia –al parecer solo por motivos crematísticos– imparable, está propiciando que muchos donostiarras hayan empezado a evitar la Parte Vieja en sus rondas  gastronómicas. La verdad es que pagando así justos – que hay muchos– por pecadores , que son, por desgracia, demasiados.

Azpeitia, precisamente, ha criticado duramente esta práctica recientemente mediante un post publicado el 21 de diciembre pasado en su muro de Facebook bajo el nombre S.O.S. Parte Vieja, que ha sido compartido y comentado masivamente creando un efecto dominó que ha llegado hasta las más altas esferas de la hostelería donostiarra que tarde o temprano se van a ver obligadas a tomar cartas en un asunto que puede afectar a la imagen turística y gastronómica de calidad de la Bella Easo.

Las dos obras comentadas del periodista legazpiarra, tanto La Senda del Pintxo como Pintxos de leyenda, ahondan, precisamente, en la necesidad de defender una gastronomía en miniatura de calidad, huyendo del plato obligatorio y la zafiedad. Ambos volúmenes son, además de dos libros con mucha miga teórica y gran cantidad de recetas, dos buenas guías para internarse con todas las garantías en el cada vez más engañoso mundo de los pintxos de nuestra ciudad. Sea como sea, con este ya es el tercer Premio Gourmand (dos primeros premios estatales y un segundo internacional) que el amigo Josema ha conseguido para los pintxos donostiarras. El libro Pintxos de Leyenda compite ahora, al igual que su antecesor, con los volúmenes de otros países, en la final internacional cuyos premios serán proclamados y repartidos en la ciudad de Yantai (China) el próximo 28 de mayo.

En 2015, el Gobierno Vasco, por medio de la agencia Basquetour y el programa Euskadi Gastronomika colaboró para que Josema Azpeitia y Ritxar Tolosa pudieran estar en Yantai defendiendo su candidatura, hecho que sin duda facilitó la consecución del segundo puesto en el palmarés mundial. No estaría de más que las instituciones, y no hablo necesariamente del Gobierno Vasco sino de entes más próximos como la Diputación foral de Gipuzkoa o el Ayuntamiento donostiarra, valoraran como es debido el esfuerzo que este gastrónomo guipuzcoano está realizando por potenciar los pintxos de calidad de nuestra ciudad y se brindaran a colaborar, tras los muchos despilfarros y desaciertos de 2016, en la discreta pero efectiva labor de este periodista para que en mayo en China nuestros pintxos puedan acceder al altavoz internacional de los reconocidos Premios Gourmand. Que así sea…