Fotografía: María José Beriain, Directora de ISFOOD (Foto: Ana Cristina Sánchez/Universidad de Zaragoza)
Fuente: Revista Almaceite (16 de Abril de 2020)
Entrevista con
María José Beriain
Directora de ISFOOD
¿Qué es ISFOOD, con qué objetivos nació y que actividad desarrolla?
El Instituto de Innovación y Sostenibilidad en la Cadena Alimentaria (ISFOOD) nace hace 3 años en la Universidad Pública de Navarra. Y busca producir, innovar y promover alimentos seguros, sostenibles y saludables, abordando los retos de la investigación y la innovación de alimentos de forma integral, al cubrir todos los eslabones implicados en la cadena alimentaria, desde la producción de materias primas hasta el consumidor. El Instituto busca apoyar la producción y la innovación en la cadena agroalimentaria, basándose en la exigencia de utilizar sistemas productivos respetuosos con el medio ambiente. Ya se han realizado numerosas actividades orientadas a la difusión de sus objetivos y a la transferencia de los resultados de investigación a las empresas agroalimentarias. En contratos de transferencia con empresas, se han facturado 400.000 euros, y en proyectos de investigación solicitados en convocatorias nacionales y europeas se ha obtenido una financiación de 1,7 millones de euros (datos 2016-18).
Las líneas de investigación del instituto constan de tres grandes ejes:el reto de la alimentación humana en el siglo XXI y la economía circular, para estudiar las preferencias, las necesidades, los estilos de vida y los hábitos alimentarios de los ciudadanos; la producción sostenible y la calidad de los alimentos, además de la seguridad alimentaria y la trazabilidad; y la innovación agroalimentaria, entre ellos los alimentos funcionales o de aquellos adaptados a situaciones con necesidades nutricionales especiales; y la mejora de la vida útil de los alimentos. Se debe señalar la existencia del Grupo de Acción del Campus Iberus: Aceite de Oliva, que viene realizando grandes esfuerzos de investigación para encontrar herramientas adecuadas que determinen la calidad y autenticidad de los aceites de oliva virgen elaborados en el valle del Ebro.
El aceite de oliva es un producto de uso diario en millones de cocinas españolas aunque su consumo está decayendo. Comprender cómo está cambiando el consumidor y sus gustos ¿ayudaría a mejorar sus ventas?
Sí, estamos convencidos de que un mayor conocimiento del consumidor ayudaría a orientar y posicionar mejor las categorías alternativas del aceite en sus segmentos de destino más apropiados. Así, se pueden identificar grupos en el mercado que valoran en mayor o menor medida las alternativas de producción, las opciones de presentación del producto, que muestran distintos motivos, momentos y tipos de uso en el consumo. También puede ser interesante intensificar la educación al consumidor en variedades, alternativas, orígenes, gamas de productos y precios posibles. Un estudio del impacto de las distintas presentaciones de aceite, así como de los productos sustitutivos y de los competidores que están impactando más en el mercado sería muy interesante.
No se puede perder de vista tampoco el estudio de los movimientos comerciales en los canales de venta. Se podrían potenciar campañas en colaboración empresarial que incluyan mensajes comunes para educar al consumidor. Faltaría también un acercamiento al consumo en jóvenes y el empleo de herramientas de marketing digital, para reforzar la situación de este producto en el ámbito de la relación salud y alimentación.
Aseguran desde ISFOOD que los alimentos deben ser seguros, sostenibles y saludables ¿Son tres claves imprescindibles?
El consumidor en la actualidad está preocupado por su salud, pero también por el medio ambiente, de manera que concibe la dieta equilibrada no sólo en cantidad y calidad de nutrientes esenciales, sino configurada a partir de alimentos locales y procedentes de producción sostenible. En este sentido, hay un creciente interés en la revalorización de los subproductos mediante la obtención de extractos para uso alimentario bien por sus propiedades funcionales o tecnológicas como complementos dietéticos o aditivos naturales, o para el desarrollo de nuevos alimentos.
Los residuos generados en la elaboración del aceite de oliva pueden ser una buena fuente de compuestos de interés. Esta es una de las líneas de trabajo que se está desarrollando en ISFOOD en estrecha colaboración con la industria. La seguridad obviamente es un aspecto obligado, que junto a una sostenibilidad certificada que está creciendo su demanda por la presión internacional, favorece claramente a este sector.