El pasado 10 de septiembre, siguiendo la costumbre de invitar a cocineros de reconocido prestigio, la Sociedada Bilbaina, insigne Club con casi 180 años de antigüedad, acogió en sus bellas instalaciones a Joan Roca, representando al restaurante gerundense “Celler de Can Roca”. Joan Roca es el primogénito de los tres hermanos –junto a Josep “Pitu” y Jordi- que comandan ese gran restaurante (3 estrellas Michelin y dos veces restaurante número 1 del mundo en la lista “The 50 best…”.
Joan Roca se desplazó con parte de su equipo de sala y cocina, a ofrecer a 60 privilegiados, una memorable comida.
Puedo dar fe de que entre sus virtudes estuvo la nula diferencia entre los platos que ofreció y los que se puede degustar en su casa, ya que en abril probé en Gerona algunos de los que comí aquí, con la misma calidad. A veces, al cocinar fuera de casa, los chefs bajan su nivel. No fue el caso.
La inteligencia de los Roca se plasmó en el diseño del menú. Este fue concebido con gran perspicacia sobre el lugar en el que estaban: Bilbao y ante un público… ¿conservador?. No fue un menú excesivamente largo, tampoco muy “revolucionario”. Fácil de comprender pero sin perder sutilidad, complejidad, sofisticación… Sabroso, humilde (sin trufas o caviar) pero con el atrevimiento arriesgado de darnos una merluza (perfecta de punto por cierto), entrañable (el guiño a sus orígenes modestos de tasca de barrio) y, me atrevería a decir, inolvidable; por su calidad gastronómica y por la ilusión de verlos en una casa tan querida.
Hubo que descartar –por motivos económicos lógicos- lo que hubiera redondeado absolutamente el gozo: el maridaje con vinos de la bodega de Pitu Roca; pero los que se tomaron acompañaron dignamente la comida.
Autor: Fernando Luis Barrio/Académico de Número AVDG