Tiene en la planta baja el bar, por el que se accede al primer piso donde se ubica el restaurante, en el que han dejado el maderamen a la vista, suelo de roble y las paredes en tonos ocres rojizos con grabados modernos. Con cubremanteles blancos, la mantelería va a juego con los tonos dominantes. El visitante se lleva una sorpresa positiva pues su cocina es buena en su relación calidad-precio. Piquillos crujientes rellenos de txipiron; ensalada de aguacate con langostinos asados; merluza al horno con pisto; solomillo al foie con salsa de Oporto; marmolado de chocolate con mousse de avellana. Un comedor con capacidad para 70 comensales. En fines de semana conviene reservar.
Precio medio: 35 €.
[ae-meta-team value=»Julen Zubieta» meta=»Propietario» /] [ae-meta-team value=»Julen Zubieta y Xabier Pomar» meta=»Jefes de Cocina» /] [ae-meta-team value=»Ana Rodríguez» meta=»Director de Sala y Sumiller» /]