Esta Navidad, daremos a la mesa prioridad

19 diciembre, 2012

Al principio el hombre se alimentaba de frutos, más tarde al ser la caza su alimento principal, se reunía y el jefe de la familia distribuía las viandas. A partir de éste momento la vida del hombre va organizándose, sintiendo la necesidad de satisfacer el hambre. Hoy en día esa necesidad se ha convertido en placer, llegando a un grado importante de sofisticación, y siendo el comer un arte, que lo hacemos alrededor de la mesa. La mesa como tal, es uno de los muebles más antiguos que existen, la de 4 pies la emplearon ya los egipcios, los fenicios y los asirios, no sólo la de pies cruzados, transmitidas después a los romanos por los etruscos, como cosa propia.

El tablero de la mesa de 4 pies era siempre rectangular, y se fueron sustituyendo por redondos, que persisten hasta la Edad Moderna.

Hasta el siglo XIX no existió comedor, los burgueses, señores y hasta los reyes comían en la antecámara. En los banquetes los comensales se sentaban sólo por una lado de la mesa, dejando libre el otro para colocar las fuentes y las bandejas, en cambio la mesa familiar, era de forma rectangular, sentándose los padres juntos en el centro, y los hijos al lado del padre, y las hijas junto a su madre.

La mesa se cubría con un mantel hasta el suelo, se ponía un plato por persona, encima los cubiertos, un panecillo y la servilleta, no se ponía cristalería en la mesa, y las bebidas se traían en una bandeja con la copa servida.

   

Dice un antiguo proverbio griego “la mesa es la medianera de la amistad”. ¡Qué razón tiene! Hoy en día las reuniones tanto familiares cómo de negocios o amistades, son siempre alrededor de una mesa, por eso es tan importante cuidar su presentación, como la comida o el vino y tener un tiempo indefinido para poder disfrutar.

Ahora cuando se festeja la Navidad, y se reúne toda la familia, al ama de casa le toca dar ese ambiente cálido de hogar, y desvivirse para preparar un suculento menú, y una mesa acogedora y alegre, para que resulte una cena inolvidable.

La mesa que hemos preparado, siguiendo éste ambiente, con un mantel de hilo bordado con hojas de acebo y las servilletas a juego, todo ello bien almidonado. La vajilla inglesa Royal Worcester, con dibujo de acebo y lazos rojos a juego del mantel, cubertería de plata y cristalería tallada, y un centro de flores naturales rojas, muy adecuadas para éstas fiestas, mezclando el auturium con la garbera, helecho y apilistro, con 2 velas rojas, a los lados del centro dos candelabros de plata. Resultado: ambiente familiar, acogedor, alegre, festivo, moderno y clásico a la vez, que nos ayudará a disfrutar de éstos días tan señalados.

Antonio Oliva Belmás dedico unos versos a la mesa, que con todo cariño os los reproduzco aquí:

 

Este mueble familiar, con figuras

entorno, es quien gobierna la casa.

Él acoge a los padres y a los hijos;

acoge al pan al vino y a la fruta,

al mantel, las botellas y los platos.

La misión de la mesa es apostólica.

Ante ella, soy más que un comensal:

Soy una clara fuente que medita,

unas manos que luchan, que trabajan,

un corazón que adora el Universo,

no sólo las espigas y las uvas

sobre la mesa están. También se hallan

los días y las noches, las llanuras

y las montañas. Junto a la mesa

miro a los patriarcas y los ángeles;

reviso la tierra, el aire y las estrellas.

La blanca leche, la dorada miel,

la transparente agua del vaso,

en su tablero cantan amorosas.

Tierna, sagrada mesa: nunca alejes

de ti la vida, el gozo, la esperanza

Madre de nuestra prole: no rechaces

jamás al hombre, a la mujer, al niño.

 

Reune, juntas siempre, evangeliza.

Autor: Catalina Olabarri/ Historia y Académica.

Publicado en la Revista “Apuntes de GASTRONOMÍAS”, Diciembre 2000.

Fotografías: AVDG