Autor: Mikel Corcuera-Crítico Gastronómico, Premio Euskadi de Gastronomía a la Mejor Labor Periodística 1998; Premio Nacional de Gastronomía en 1999-.
Publicado: Noticias de Gipuzkoa, Gastroleku, Saberes y sabores (16 de Junio de 2017)
JACQUES BALLARIN FUE UNO DE LOS AGASAJADOS EN EL 25º ANIVERSARIO DE LA INSTAURACIÓN DE LOS PREMIOS EUSKADI DE GASTRONOMÍA QUE ANUALMENTE CONCEDE EL GOBIERNO VASCO.
El pasado lunes 12 de junio tuvo lugar en el Palacio Euskalduna de Bilbao la ceremonia de entrega de los Premios Euskadi de Gastronomía que todos los años otorga el Gobierno Vasco a propuesta de la Academia Vasca de Gastronomía. Este año, además, aunque no hubo ninguna celebración especial para conmemorarlo, se festejaba, a su vez, el 25º aniversario de la instauración de estos premios, que ya han alcanzado, al igual que la Academia, sus bodas de plata. Mª Mar Churruca, presidenta de la Academia, dirigió, al igual que en anteriores ocasiones, esta ceremonia que fue presidida por Bingen Zupiria, consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco. Churruca se encargó de abrir el acto dirigiendo a los presentes un breve discurso en el que recordó cómo, hace 25 años, cuando se constituyó la Academia, la gastronomía se veía como una actividad con un gran futuro pero nunca llegando a imaginar la importancia que ha alcanzado en la actualidad.
La presidenta de la Academia, no obstante, mencionó los peligros que planean sobre dicha actividad, criticó el hecho de que hoy en día cualquier producto pueda ser conseguido en cualquier época del año, lo que degrada el concepto de temporalidad y la calidad que va unida al mismo, e hizo un llamamiento a los cocineros y profesionales del sector “para que no se duerman en los laureles y para que sigan innovando, investigando y sorprendiendo”. A continuación, tuvo lugar la ceremonia de entrega de premios propiamente dicha, siendo llamado al estrado el primero de los galardonados, el estrellado cocinero bilbaino Álvaro Garrido, del restaurante Mina, reconocido con el Premio Euskadi de Gastronomía al Mejor Restaurador. Le siguió Begoña Tejerina, del también bilbaino restaurante Aizian (cuyo jefe de cocina es el gran Josemi Olazabalaga), galardonada con el Premio Euskadi a la Mejor Directora de Sala. El premio Euskadi a la mejor labor periodística nos tocó muy de cerca, ya que el elegido por la Academia para destacar este año la labor de la prensa no fue otro que el periodista bordelés Jacques Ballarin, viejo conocido de esta sección, Gastroleku, donde le hemos dedicado más de un artículo debido a su incansable labor en pro de la gastronomía de ambos lados de la frontera interior vasca. Ballarin fue el primero de los premiados de la tarde que se animó a acercarse al estrado y dirigir unas palabras al público presente. El cronista gastronómico francés, como le gusta autodefinirse, comentó sentirse “muy honrado” por la recepción del premio. Ballarin no ocultó su amor y pasión por la gastronomía vasca, afirmando que “la gastronomía, en el País Vasco, es un bien común, una propiedad colectiva.
Es parte integrante del paisaje, del patrimonio, de la cultura, de la educación, rima con arte de vivir, proximidad, cercanía, placer por compartir… una gastronomía popular que avanza año tras año y se reinventa cada día”. Ballarin cerró su alocución agradeciendo a dos de los presentes en la sala, el bilbaino Carlos Loureda, administrador del Instituto Cervantes en Burdeos y el legazpiarra
Josema Azpeitia, su apoyo a la hora de escribir sobre el País Vasco.
Cerró la primera parte de la ceremonia, la entrega de los Premios Euskadi propiamente dichos, la concesión del Premio Euskadi a la Mejor Publicación Gastronómica al libro Comer con Hemingway de Javier Muñoz García, un profundo tratado gastronómico que hace un recorrido por los lugares que sorprendieron gastronómicamente al joven escritor americano que llegó a Euskal Herria hace ya casi un siglo. De hecho, el libro ha sido editado coincidiendo con el 90º aniversario de la novela Fiesta (The sun also rises), que fue definida por Javier Muñoz como “la mejor campaña de marketing que pudieron tener jamás los sanfermines”. El autor agradeció su implicación a las más de 100 personas que han colaborado para hacer realidad su libro, haciendo especial hincapié en Luis Irizar, que se ofreció para escribir el prólogo.
Seguidamente, como todos los años, se entregaron los cuatro premios que entrega la propia Academia de gastronomía. Así, el Premio José María Busca Isusi, entregado a una persona, producto o publicación relacionada con la gastronomía recayó en el Trujal Mendia de Arróniz-Navarra, el primero que se atrevió a producir de manera profesional un aceite de oliva de calidad en Navarra cuando casi nadie apostaba por dicho producto. El Premio Manuel Llano Gorostiza, dedicado a una persona, asociación o institución relacionada con la cultura del vino, fue entregado al Centro Temático del Vino Villa Lucía de Laguardia, dirigido por los hermanos Juanma y Rubén Lavín. Fue Rubén el encargado de recoger el premio junto al cocinero del centro, el vizcaino Juanan Gómez Antuñano. Finalmente, el Premio Luis Irizar a la docencia recayó en la Escuela Superior de Cocina y Hostelería de Gipuzkoa-Cebanc.
Para finalizar el acto se sirvió, como ya es tradición, un cóctel entre los asistentes al mismo, que lució especialmente en el bonito exterior de la sala A3 del Palacio Euskalduna, un espacio acristalado con vistas directas al Nervión y la zona de Deusto que luce muy vistosa a día de hoy tras la recuperación a la que se ha visto sometida durante los últimos años.
A lo largo del cóctel, los asistentes tuvieron la posibilidad de charlar entre ellos, no en vano esta ceremonia es la excusa perfecta para que puedan encontrarse y departir los miembros de la gran familia de la gastronomía vasca. Pudimos ver entre los presentes al dinámico periodista eibarrés Aitor Buendía, conductor del programa La Ruta Slow de Radio Vitoria y Radio Euskadi, a Luis Mokoroa, presidente de la Cofradía Vasca de Gastronomía, y, con él, a Juanma Garmendia, presidente de Fecoga, la Federación de Cofradías Gastronómicas. No faltaron a la cita el inquieto confitero tolosarra Rafa Gorrotxategi, el fotógrafo y blogger donostiarra Asier Auge, el presidente de la Cofradía del queso de Idiazabal, Jesús Mari Ormaetxea, el periodista gastronómico bilbaino Javier Urroz o el periodista andaluz Fernando Sánchez, que está ultimando un completo libro dedicado a la figura de Juan José Lapitz y en el que tengo además el gustazo de colaborar. Llamaba especialmente la atención el populoso séquito (nada menos que 19 personas) que acompañó a Jacques Ballarin, destacando algunas caras muy conocidas como el prestigioso exjugador de rugby Serge Blanco, el charcutero lapurtarra Eric Ospital, los hosteleros Ramuntxo Cordé (Asador Arrantzaleak de Ziburu) y Hervé Valverde (Le Bistro du sommelier de Burdeos) y un largo etcétera, una
bonita e inusual representación de la gastronomía y la hostelería de allende la frontera.