En la época de nuestros abuelos y en tiempos anteriores, las cuberterías y vajillas eran mucho más completas que las que podemos encontrar hoy en día incluso en los restaurantes más lujosos. Así por ejemplo, había cubiertos específicos para comer el melón, las ostras, el queso e incluso los espárragos. De la misma manera las vajillas eran mucho más extensas que las actuales ya que estaban pensadas para ser útiles a un concepto de familia mucho más extensa. De esa manera, los platos soperos eran mucho más capaces que los de ahora puesto que estaban pensados para raciones más generosas y los platos llanos y los de postre mucho más numerosos adecuados a menús más largos, mientras que los complementos que había eran muy variados (ensaladeras, copas de helado, platos de pan, salseras de diverso tamaño, etc..), elementos que en muchas casas están prácticamente desaparecidos..
En cuanto a las cuberterías, los acostumbrados a comer con las cucharas antiguas tienen que realizar un gran esfuerzo para tomar una sopa con esas cucharas casi planas de las cuberterías modernas. Algo parecido se podría decir de los nuevos cuchillos, que si bien muchas veces son de un diseño espectacular, cortan lo justo, o de la pala de pescado instrumento que va quedando arrinconado en su uso y que empieza a ser considerado un vestigio del pasado.
En las cristalerías también ha habido una importante evolución, si bien en este caso creo que la misma no ha sido tan desfavorable, ya que aunque se han reducido el número de copas en la mesa, la especialización de las mismas permiten una mejor degustación de los vinos en las comidas.
En cambio la globalización de los alimentos y las facilidades existentes hoy en día para consumir productos de países lejanos han supuesto la aparición en nuestras mesas de nuevos utensilios que ya se nos han hecho familiares, tales como la rueda para cortar las pizzas o los palillos japoneses.
Todas estas cosas nos parecen detalles menores, pero no cabe duda que contribuyen al disfrute de la gastronomía.
Para la celebración de acontecimientos familiares ya sea en nuestra casa o en un restaurante elegido para la ocasión, estos momentos se ven realzados si nos encontramos con una mesa bien dispuesta, con una mantelería, una vajilla, una cubertería y una decoración acorde con la importancia de lo que queremos celebrar.
Demos pues, consideración a estas cosas y ayudaremos a que nuestras reuniones sean más placenteras para todos los comensales.
Autor: Rafael Ustara- Secretario General de la Academia Vasca de Gastronomía.
Fuente: El Txoko de la Academia Vasca de Gastronomía – Jantour- El Correo (10 Mayo 2023)