Fotografia: Restaurante Antxón
Autor: Mikel Corcuera-Crítico Gastronómico, Premio Euskadi de Gastronomía a la Mejor Labor Periodística 1998; Premio Nacional de Gastronomía en 1999.
Publicado: Noticias de Gipuzkoa, Gastroleku, Saberes y sabores (3 de Junio de 2016)
LOS RESPONSABLES DEL GAZTELUMENDI-ANTXON DE IRUN RECORDARON AL CHEF ALBERTO MORENO EN UN ENCUENTRO QUE SIRVIÓ PARA INICIAR UNA NUEVA ETAPA DEL BAR-RESTAURANTE.
La que tuvo lugar el pasado 26 de mayo en el bar Gaztelumendi y el restaurante Antxon de Irun no fue una cena normal o al uso. Fue una explosión de sentimientos, fue una reunión de amigos de diferente pelaje, fue alegría, fue tristeza y, sobre todo, fue todo un alarde de gastronomía y buen rollo por parte de la pareja profesional que dirige este emblemático establecimiento desde hace ya una década.
El mencionado día se celebró el encuentro Compartiendo pucheros, una iniciativa que sus impulsores tenían intención de haber llevado a cabo antes, pero que quedó inicialmente truncada al fallecer en marzo en un desafortunado accidente de moto en Madrid el chef extremeño Alberto Moreno, miembro de la Selección española de cocina y gran amigo personal de Félix Manso y Ángela Basabe, responsables del Gaztelumendi-Antxon.
De hecho, la celebración del día 26 tuvo muy presente a Alberto Moreno. Fran Segura, uno de los cocineros participantes, se vistió con la chaquetilla del fallecido, y todos los chefs estrenaron la nueva chaquetilla del restaurante Antxon en cuyo cuello, discreta pero bien visible, aparece la “A” mayúscula que utilizaba Alberto en su firma. Además, el desaparecido chef fue mencionado en varias ocasiones (Félix se refirió siempre a él como “mi hermano pequeño”) durante la comparecencia final que realizaron los cocineros, provocando emotivos momentos de silencio, ojos rojos y miradas perdidas que fueron respondidas con aplausos por parte de los asistentes al festín. Pero no nos pongamos nosotros también tristes, sino lúdicos y tratemos de describir todo lo contrario, la parte positiva del banquete oficiado en el bar-restaurante de la Plaza San Juan la semana pasada, ya que contó con todos los ingredientes para convertirse en una cena, o mejor dicho, en una auténtica bacanal que difícilmente olvidarán los que tuvieron el privilegio de disfrutar de la misma.
La cita fue a las 20.00 horas y comenzó en el bar Gaztelumendi. Un cortador de jamón alegraba la vista y el paladar del personal detallando un delicioso jamón Ibérico de bellota D.O. Huelva, mientras un representante de la cerveza Salvaje de Campo de Criptana no paraba de servir cañas a todo el que se arrimaba al grifo que había montado para la ocasión. Un comienzo inmejorable al que se fueron sumando los incontables pintxos que empezaron a repartirse en la barra del bar, en sus mesas, en bandejas que circulaban entre el público asistente… Así fueron degustados bombones de foie con tierra de manzana, piruletas de queso, chupa chups de foie, raciones de ventresca de bonito y boquerones con vinagreta, espectaculares gildas, codos de bogavante sobre crujientes de gamba, natxos con queso, guacamole y pisto, empanadillas de pato, perritos calientes de salchichas de ibérico con salsa de queso Cheddar, y el fantástico pulpo relleno de pulpo a la gallega, una de las últimas geniales creaciones de Félix Manso.
A continuación, los asistentes pasaron al coqueto comedor del restaurante Antxon. Hay que subrayar que uno de los objetivos de la cena era marcar el inicio de un nuevo tiempo en el que Félix y Ángela Basabe pretenden que se dé una mayor distinción entre las ofertas de este restaurante y el Bar Gaztelumendi. El primero funcionará a partir de ahora con un menú del día de 25 euros elaborado con productos de mercado y dos menús degustación, uno de 40 euros bebida aparte y otro de 100 euros con maridaje incluido, mientras que en el bar se servirán pintxos, raciones, y un menú del día de 12 euros. Antxon será el restaurante en el que Félix creará y experimentará sus nuevas creaciones y Gaztelumendi será un bar con una oferta más informal en el que, poco a poco irán apareciendo, en formato pintxo, los platos que tengan éxito en el restaurante. Por lo tanto, a partir de ahora serán dos espacios diferenciados aunque se complementarán en la medida de lo posible.
Siguiendo con el relato de la cena, en el restaurante Antxon se sirvió un excelente menú de platos creados por Félix Manso pero cocinados de una manera coral con los cocineros que acudieron a su invitación: Rubén Sánchez Camacho de Daimiel, Fran Segura de Alicante, Richard Toix de Poitiers y Ángel Maestre de Madrid. Esta traca final consistió en un trampantojo de Aceitunas sobre tierras de migas manchegas, único plato no creado por Félix y cedido para la cena por Rubén Sánchez Camacho, al que siguieron Burrata con algas, polvo de maíz y aceite de sésamo; Salmón marinado con crujiente de obulato y gambas; Taco de Bacalao con crema de purrusalda y guisante de lágrima; Papada Carrasco con cigala y salsa de jugo de carne y el postre, también en formato trampantojo, Recordando al Camembert. Se mire por donde se mire, todo un festín. La cena demostró que Félix Manso, y por extensión el restaurante Antxon, se encuentra en un gran momento de forma que justifica plenamente los dos soles que le han sido concedidos por la Guía Repsol. Las caras de satisfacción del público, que contrastaron en la sobremesa con las expresiones de tristeza de los cocineros al rememorar a su compañero, no dejaron ninguna duda al respecto. Fue una gran noche que, esperamos, constituya el preludio de una nueva, ilusionante y potente etapa para el restaurante Antxon y sus responsables.
Y en la que flotó el recuerdo al chef desaparecido con frases como la del admirado Jorge Luis Borges: “Sólo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece”.