Elegir un vino en un restaurante no es tarea baladí, pues -obviando a los solitarios que se autocomplacen sin rendir cuentas a nadie- se trata de una elección para uno y para los demás comensales; y en esta selección se han de tener en cuenta los gustos, los platos, el momento, el precio y, sobre todo, el manido “maridaje” que, por cierto, no suele ser posible cuando se elige un solo vino para una larga comida. El vino de la casa, por otro lado, no suele ser mala opción, pero casi siempre se nos antoja insuficiente para la comida, pues en otro caso no habría necesidad de elegir nada. Y esto, lamentablemente, nos deja en tierra de nadie.
Un buen amigo recomienda no elegir los vinos por la columna de la derecha (los precios), sobre todo cuando no paga el que elige; pero también aconseja, en caso de duda, romper esta norma y elegir el segundo más barato de la carta… o el tercero (por prudencia frente al restaurador). Pero esto dependerá de lo mucho o poco que aprecien el vino los compañeros de mesa… o el que elige, que puede imponer su criterio a los demás; y dependerá también de si se ha acordado antes un precio o si, felizmente, invita el que elige (en cuyo caso tal vez nos veremos obligados a probar vinos caros que probablemente nos produzcan ardor de hipocampo o, al revés, a sumergirnos en la versión más acuosa de los vinos baratos o sobrepreciados).
Aunque, claro, lo mejor es enemigo de lo bueno (Voltaire dixit), por lo que una buena táctica es decantarse por pedir sólo vinos que nos agraden… sin maridaje ni comensales que considerar. Y si no gusta… ¡pidamos el vino por copas! Pero si el restaurante no sirve por copas, entonces sólo queda una opción, que casualmente resulta ser la mejor y más práctica: la respuesta a la cuestión de qué vino elegir en un restaurante, la más clara, la más fácil y eficaz, me la dio Josep Roca: lo mejor es dejarse aconsejar por el sumiller y decirle el rango de precios que quieres pagar: el máximo para el festín y dejar, si se quiere, un margen para lo excepcional. Y sé que usualmente verbalizar esto es harto difícil; pero debemos empezar a educarnos: con precio… y reclamándolo.
Autor: Ricardo Devis- Académico de Número de la Academia Vasca de Gastronomía.
Fuente: El Txoko de la Academia Vasca de Gastronomía – Jantour- El Correo (8 Abril 2023)
Fotografía: AVDG