Comer en Borgia es distinto. Es un pequeño gran templo de la gastronomía, en el que se mima y asombra al gourmet con una cocina tradicional refinada, actualizada y vanguardista a la vez, mezcla afortunada de sabores propios de cada producto –que tanto cuidan- bien combinados, con constantes y felices creaciones, sin caer nunca en los tópicos vacíos de las modas del momento. Es recomendable dejarse asesorar por José Luis Sabando, que nos deleitará con pequeños platos en función de la carta y sus correspondientes vinos. Ensalada de alcachofas con foie-gras, rape guisado al estilo marinero, mollejas de ternera con salsa de salsifis, pastel de manzana con uvas. Entre la oferta más tradicional: pochas al estilo de Navarra, merluza en salsa verde, patorillo, requesón. Dos comedores con capacidad para 40 comensales.
Precio medio: 42 €. Cierre semanal: noches de domingo a jueves, lunes todo el día.
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