La DO presentó el balance del ejercicio de 2016, que registró una producción de 1.825.195 litros de txakoli.
“Somos una Denominación pequeña que apuesta por la calidad”, afirmó el presidente de la DO Bizkaiko Txakolina en la presentación del balance del ejercicio 2016. Aretxabaleta recordó que a petición de la propia Denominación de Origen, el Ministerio de Agricultura solo ha permitido un crecimiento de un 1% del territorio plantado, un total de cuatro hectáreas. “Queremos crecer de una manera mesurada y sostenible”, aseguró el presidente de la DO. “Por la geografía abrupta del territorio de Bizkaia y un clima difícil, nuestra producción nunca podrá ser elevada, así que seguimos haciendo una apuesta decidida por la calidad y la diversidad”.
El vicepresidente del Consejo Regulador, José Ramón Calvo, subrayó, asimismo, la especificidad de Bizkaiko Txakolina. “Nuestra apuesta es por la calidad, la diversidad y la excepcionalidad. Estamos hablando de un vino que se produce con uva Hondarrabi Zuri, Hondarrabi Zerratia y Hondarrabi Beltza, únicas en el mundo y que solo se cultivan aquí”
En este sentido hay que destacar que si bien el txakoli blanco sigue siendo la producción mayoritaria, alcanzando un 98,66% del total del txakoli elaborado, los txakolis tintos empiezan a tener cierta presencia y a llamar la atención de los consumidores y los mercados, principalmente extranjeros.
Tanto el presidente como el vicepresidente abundaron en la idea de la apuesta por la calidad. “Nunca vamos a sacar al mercado un vino barato. Bizkaiko Txakolina tiene un valor añadido en la especialización de la uva, en su incidencia en la sostenibilidad del medio rural en un territorio como Bizkaia, y en que las botellas de Bizkaiko Txakolina son el fruto de los fríos, las nieblas y los soles de cada año, lo que hace que siempre sea un vino diferente. Los que prueban Bizkaiko Txakolina descubren siempre un gran vino”.
Fuente: Bizkaiko Txakolina